La influencia aires orientales o también denominada Zen es un estilo que jamás deja de estar de moda.
Para conseguir darle a tu casa o parte de ella este estilo solo tienes que añadir pequeños muebles, piezas o accesorios; dar luminosidad y frescura a la habitación y eliminar el exceso de adornos expuestos para lograr el equilibrio que el estilo demanda.
Sobriedad, simplicidad y naturalidad son las tres claves para conseguir obtener este aspecto en tu hogar, aparte de muebles que sean esenciales en la habitación en cuestión:
Dormitorios: A la hora de expresar el gusto por este estilo el dormitorio es el espacio más adecuado para empezar a probar con ello. Empieza con elegir sábanas de color claro, retira el exceso de adornos y escoge un color único y sobrio. Una cama de estilo japones (estas que están muy cerquita del suelo jeje) son ideales. Si empiezas por escoger una será un buen punto de partida para acertar en el resto.
Salones: Siguiendo el punto de partida de la sobriedad y naturalidad elige para tu salón el mínimo de muebles posibles, preferiblemente estanterías flotantes y lamparas (no más de dos o tres, incluyendo la del techo) que emitan media luz. Muebles de madera oscura y lisa son ideales.
Baños: Para los baños buscamos espacios con la misma sobriedad; libres de objetos a la vista y de color claro. Un ambiente tranquilo y relajante, donde buscar algo más que aseo es la clave ideal. Es imprescindible que el baño tenga una planta (elige una de interior) porque según sus creencias absorben las malas energías.
Terrazas: Es donde realmente podemos expresar toda nuestra predilección por estilo oriental. Los materiales principales a utilizar a la hora de decorar estos espacios son la madera y la piedra; y por supuesto que no falten plantas y un jardín zen. Debe tener un espacio o una butaca dedicada a la meditación, el relax y el descanso que son esenciales para los orientales.